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autor James_Neo

lunes, 23 de marzo de 2009

El precio de la venganza

El domingo 22.03.09 vi la película Sentenciado a morir protagonizada por Kevin Bacon, en el papel de Nick Hume, un tipo con la familia perfecta y con un excelente trabajo. Hume es testigo como un grupo de desadaptados asesina a su hijo mayor, con lo cual se inicia una desenfrenada carrera que lo llevará hasta el infierno. Para ver una opinión sobre de la Death Sentence, título original, puedes visitar guaridadelbigfoot.blogspot.com o visitar el sitio www.imdb.com y tendrás más detalles sobre la producción cinematográfica.

En ese camino al abismo más profundo el protagonista se lleva aquello que quería defender, expone a un riesgo mayor su tesoro más preciado y del cual no lo puede proteger, y se va degenerando hasta transformarse en una bestia igual o peor que los bastardos que quería matar. Al dejarse llevar por el odio que le inflaba sus venas terminó matando a su familia, llegó a ese punto de no retorno en el cual lo que queda es dejarse triturar por el monstro que se lleva adentro.

Muchas veces la realidad te impone condiciones no negociadas con las cuales tienes que lidiar y reaccionas de maneras sorprendentes. De hecho, después del asesinato de su hijo un compañero de trabajo de Hume le dice; palabra más, palabra menos: Yo me hubiese quebrado. Hume responde tienes que vivirlo, te sorprenderías la forma en la que llegas ha reaccionar. Un hombre tranquilo y centrado en su familia se conivierte en el brazo ejecutor del armagedón, un caos que se sale de su control y lo embiste. La vida es una ecuación desbalanceada y al intentar equilibrarla se tiene que estar dispuesto a pagar el precio. Ese precio siempre será muy alto.

¿Cómo será sentir la impotencia de no poder hacer nada? ¿Será frustración lo sentido? ¿Odio acaso? ¿O una melancólica rabia? Al parecer la última que se expresa de múltiples maneras y dependerá del grado de dolor que se sienta.

Hume termina convertido en uno de ellos. Termina alienado y sin ser mejor que los otros, se vuelve un animal sediento de venganza, en este caso sangre, y sólo le queda recordar aquello que quiso cuidar. El precio de la venganza lo llevó a destruir su tesoro y destruirse. El antagonista, en la escena final, le dice: mira en lo que te he transformado.

La realidad impone condiciones, no siempre favorables, y debes ser capaz de manejarlas para tu bien propio y el de los tuyos. Al final sentado y con las daga de la muerte a la espera de llevárselo el héroe de esta tragedia hubiese preferido tomar un camino distinto, hubiese preferido no pagar el precio final de su compra, ¿será que irremediablemente ese será el camino a tomar y el resultado será perpetuar un círculo? ¿O, por el contrario, se podrá detener la rueda y darle otro sentido?

¿Qué crees tú? Para esta pregunta no existen respuestas, en el aquí y el ahora... sólo el tiempo, la vida y la muerte te podrá dar una respuesta sin derecho réplica; lo hecho, hecho está. Y por eso hay que hacerlo bien...

Al final la venganza sólo trae más dolor.

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