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autor James_Neo

sábado, 28 de junio de 2014

Relatos heóricos

El telón del Mundial se vuelve abrir y cuatro batallas se realizarán: Brasil-Chile, Holanda-México, Colombia-Uruguay y Costa Rica-Grecia. Cada juego tiene un contexto y una particularidad, sin embargo, destacan dos desde mi punto.

Las batallas destacadas son Holanda-México y Colombia-Uruguay ¿por qué? El primer juego tiene por un lado a los que buscan redimirse de aquella final de Johannesburgo, en especial un jugador, y por el otro, la selección que quiere confirmarse como una potencia, además, alcanzar y sobre pasar ese quinto juego.

Ese buscarse redimirse de Holanda no es solo de la final del 2010, también es borrar de la memoria a Buenos Aires 78 y Munich 74, sería quitarse la maldición Sísifo y poder alzar la copa. Aquí, hay que hace un especial énfasis en Arjen Robben el flaco que falló aquel mano a mano con Iker Casillas y es la imagen que dio vuelta al mundo del nuevo fracaso del Orange en una instancia definitoria.

Para Sneijder, De Jong, Kuyt, Huntelaar también es una revancha, pero en especial para Robben. Hace un año con su club borró un episodio similar ¿lo logrará esta vez?

Por su parte, El Trí ha logrado pasar de la fase de eliminación en seis oportunidades consecutivas y en ninguna ha podido seguir avanzando. Buscará hacerlo en esta edición y de se modo seguir alimentando la esperanza de ubicarse más alto y quizás soñar con un inédito séptimo juego.

En el duelo de Colombia-Uruguay la selección cafetera se enfrena a la posibilidad de superar la gesta de Valderrama, Rincón y compañía hace 24 años y los argumentos futbolística los tiene. James Rodríguez ha sido la columna de este equipo y de sus botas dependerá seguir en tierras brasileñas.

Uruguay es un caso particular. La selección charrúa en cada oportunidad es descartada por todas y todos. Ocurrió en Cachamay contra La Vinotinto en el proceso eliminatorio, durante la Copa Confederaciones nadie daba nada por ellos y después de la derrota 3 a 1 ante Costa Rica, otra vez, el coro clamaba por una eliminación.

Los uruguayos se enfrentarán a Pekerman y sus muchachos con la baja de Luis Suárez, pero cuando el camino más complicado se pone los celestes sacan ese orgullo y tapan sus deficiencias con ganas y voluntad.

Veremos qué dice el balón.

Mis pronósticos

Brasil 4 Chile 1
Colombia 0 Uruguay 1
Holanda 3 México 2
Costa Rica 0 Grecia 0 (Los helenos pasan en penales)

¿Qué dirá el balón?

Terminó la fase de grupos del mundial, dieciséis naciones siguen y otras tantas dijeron adiós. La ronda de octavos de final empieza y para algunos el verdadero mundial dará inicio.  Ahora no hay mañana, todo se jugará en el presente y la tarea se resume en ganar o ganar. 

Ese cliché de la hora de los que son resuena en cada rincón del orbe y los compromisos de una nación se posan en los hombros de 23 jugadores y su cuerpo técnico. 

La duda y el miedo son pecados capitales que se pagan con una eliminación, con una derrota y con la incertidumbre de no saber si se volverá a estar ahí. 

En momentos de definición, en situaciones de no retorno se probará el material de los que quedan con vida y mientras más se avance, los compromisos serán más grandes. 

La historia de los mundiales es cruel, muchas veces grandes conjuntos se han quedado fuera por la incapacidad de manejar estos escenarios. 

Veremos quienes dan un paso al frente y quienes no. 

Brasil se enfrenta al fantasma del Maracanazo, por su parte Chile trascender esta alcabala histórica. 
Uruguay quiere revivir viejas glorias y Colombia probar mieles desconocidas. 
Holanda quiere dejar papeles secundarios y México confirmarse cómo una potencia. 
Costa Rica pretender seguir tumbando pronósticos al igual que Grecia. 
Argentina busca la confirmación de un nuevo Dios y Suiza mostrar que el todo es más que las partes. 
Francia quiere mostrar que no fue suerte aquella gesta y Nigeria que África es más que una promesa incumplida. 
Alemania quiere recuperar la gloria extraviada y Argelia seguir haciendo historia. 
Bélgica quiere asentarse cómo parte de la élite y Estados Unidos que su sueño tiene vigencia en esta disciplina. 


La forma cambia, pero todos quieren reír por los próximos cuatro años. Y poder mirar con altivez al resto, veremos qué dice el balón.