Es la 1:45 am, el día ha sido fuerte, pero sigo despierto, mejor dicho conectado a todas las redes sociales existentes y desde todas las vías posibles. Me encuentro ávido de notificaciones, novedades, informaciones de último minuto o banalidades. Cualquier cosa que me mantenga al tanto de lo que ocurre es importante.
Sin título
jueves, 13 de enero de 2011
miércoles, 12 de enero de 2011
Un relato brutal
El Twitter me ha permitido acceder a muy valiosa información en el poco tiempo que llevo dentro de la famosa red social. En esa tónica, la revista digital @prodavinci, se lleva la delantera en cuanto a los datos literarios importantes que ofrece, todo un placer para los ojos.
En ese sentido, uno de los datos que ofreció fue un relato de Pep Blay, de su más reciente libro Erótica Mix. La historia corta es excelente, por auto respeto dejaré de escribir y le daré una abre boca de esa delicia, espero les guste.
Erótica Mix
Tengo tres mujeres para elegir. Jamás en la vida me había enfrentado a esa encrucijada, siempre han sido ellas las que me han cazado. Tal vez la razón se reduzca a una simple cuestión de ego, que me impide desear a nadie a quien no detecte el mínimo rastro de pasión por mí; o quizás el miedo al fracaso, que me restringe al tiro seguro para evitar la caída en picado de mi débil autoestima si llega el momento de encajar un “no”. Sea por lo que fuere, el caso es que ahora debo tomar una decisión para culminar mi búsqueda y captura de amor. ¿Amor he dicho? No, me equivoco, tengo verdadero pánico a esta palabra. ¿Habré querido decir amante? ¿O lo que espero encontrar es algo más que sexo? ¿Compañía, mejor? Aún no lo sé muy bien, sólo puedo afirmar que, desde que rompí con mi novia, y de eso ya hace más de un año, cada vez que pienso en relacionarme con una mujer me discuto conmigo mismo para encontrar la palabra adecuada que exprese lo que verdaderamente siento. Como si ya nada fuera natural. Como si lo más sencillo, que es dejarse llevar y disfrutar de lo que el cuerpo pide, fuese lo más complicado, casi un imposible. Como si seducir consistiera, también, en una lucha por evitar malentendidos.
A las tres las conocí por internet. Con todas ellas y otras más he tenido el placer de coquetear a distancia, algo que me sorprende de mí mismo porque ha implicado una dedicación de varias horas semanales a estar sentado frente a un ordenador. Yo mismo me he convencido de que valía la pena ahorrarme las copas de tantas noches inútiles esperando lo que nunca sucedía, regresando a casa sin perspectiva vertical, e invirtiendo mis días hábiles en recuperar mis condiciones físicas y mentales, estirado en un sofá. Así he construído mi espacio en la red, introduciéndome en una popular comunidad de navegantes cuyo vínculo es la afición a la música –artistas, mànagers, promotores, críticos, festivales, fans…– y que me ha permitido crear un álbum de cromos a medida, el de mis amigos. Bueno, a decir verdad, amigas.
Sin duda, “Erótica Mix” fue un acierto. Al principio los contactos no surgían con facilidad, más bien pocos y nada atractivos. Estuve a punto de abandonar el ciberespacio, rindiéndome a la evidencia de que a las mujeres interesantes no les hace falta engancharse a una pantalla para obtener frutos de sus encantos. Ahora puedo afirmar que hubo un antes y un después gracias a los cambios que efectué en mi página, las visitas se multiplicaron y, tras docenas de correos, me he permitido el lujo de seleccionar tres posibles objetivos, cuyo punto en común es, básicamente, uno: les gusto. Y a mí también me gustan ellas.
Para seguir con este relato, visita www.prodavinci.com
En ese sentido, uno de los datos que ofreció fue un relato de Pep Blay, de su más reciente libro Erótica Mix. La historia corta es excelente, por auto respeto dejaré de escribir y le daré una abre boca de esa delicia, espero les guste.
Erótica Mix
Tengo tres mujeres para elegir. Jamás en la vida me había enfrentado a esa encrucijada, siempre han sido ellas las que me han cazado. Tal vez la razón se reduzca a una simple cuestión de ego, que me impide desear a nadie a quien no detecte el mínimo rastro de pasión por mí; o quizás el miedo al fracaso, que me restringe al tiro seguro para evitar la caída en picado de mi débil autoestima si llega el momento de encajar un “no”. Sea por lo que fuere, el caso es que ahora debo tomar una decisión para culminar mi búsqueda y captura de amor. ¿Amor he dicho? No, me equivoco, tengo verdadero pánico a esta palabra. ¿Habré querido decir amante? ¿O lo que espero encontrar es algo más que sexo? ¿Compañía, mejor? Aún no lo sé muy bien, sólo puedo afirmar que, desde que rompí con mi novia, y de eso ya hace más de un año, cada vez que pienso en relacionarme con una mujer me discuto conmigo mismo para encontrar la palabra adecuada que exprese lo que verdaderamente siento. Como si ya nada fuera natural. Como si lo más sencillo, que es dejarse llevar y disfrutar de lo que el cuerpo pide, fuese lo más complicado, casi un imposible. Como si seducir consistiera, también, en una lucha por evitar malentendidos.
A las tres las conocí por internet. Con todas ellas y otras más he tenido el placer de coquetear a distancia, algo que me sorprende de mí mismo porque ha implicado una dedicación de varias horas semanales a estar sentado frente a un ordenador. Yo mismo me he convencido de que valía la pena ahorrarme las copas de tantas noches inútiles esperando lo que nunca sucedía, regresando a casa sin perspectiva vertical, e invirtiendo mis días hábiles en recuperar mis condiciones físicas y mentales, estirado en un sofá. Así he construído mi espacio en la red, introduciéndome en una popular comunidad de navegantes cuyo vínculo es la afición a la música –artistas, mànagers, promotores, críticos, festivales, fans…– y que me ha permitido crear un álbum de cromos a medida, el de mis amigos. Bueno, a decir verdad, amigas.
Sin duda, “Erótica Mix” fue un acierto. Al principio los contactos no surgían con facilidad, más bien pocos y nada atractivos. Estuve a punto de abandonar el ciberespacio, rindiéndome a la evidencia de que a las mujeres interesantes no les hace falta engancharse a una pantalla para obtener frutos de sus encantos. Ahora puedo afirmar que hubo un antes y un después gracias a los cambios que efectué en mi página, las visitas se multiplicaron y, tras docenas de correos, me he permitido el lujo de seleccionar tres posibles objetivos, cuyo punto en común es, básicamente, uno: les gusto. Y a mí también me gustan ellas.
Para seguir con este relato, visita www.prodavinci.com
viernes, 7 de enero de 2011
Resumen fotográfico del 24 al 31
Los primeros 17 días del mes pasado, viví con el terror de no tener vacaciones decembrinas, sin embargo, solo fue un susto infundado. Entre el 23 y el 31.12 compartí con mis dos familias, la barquisimetana y la victoriana (me da demasiada risa ese gentilicio), las fechas mencionadas. El resultado final: valieron la pena, por rato largooooooo.
martes, 4 de enero de 2011
Belleza: máscara de felicidad
Cada año hombre y mujeres de todo el orbe invierten exorbitantes sumas de dinero para verse bellos y bellas y mantenerse jóvenes. En 2004, los españoles gastaron mil millones de € en cirugías estéticas. Por su parte, en Japón, cada día, más y más personas cambian sus rasgos faciales típicos por los estándares occidentales. En Venezuela existen facilidades de pago para la colocación de implantes mamarios y la realización de otras modificaciones corporales.
lunes, 3 de enero de 2011
Apertura fotográfica del 2011 en la ONG
Como es costumbre desde este espacio, damos difusión a las actividades de la Organización Nelson Garrido (ONG), y en está oportunidad propagamos la apertura de la exposición fotográfica "Luchando con Rimas" de Oscar B. Castillo. La invitación es para este viernes 07.01.11 a las 7:30 pm, en la sede de la organización, para difrutar de la prometedora presentación.
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