El ejercicio fue de gran dificultad, tenía mucho tiempo sin escucharla, sin embargo, más allá de haber reprobado el parcial de memoria —una vez más— las notas y letras de Así es la vida gravitaron durante esa fresca noche en mi mente.
El martes, después de un día casi nulo, al final de la jornada busqué la canción y la frase que me quedó fue "Cada quien tiene una historia que hablar o callar" esa es la frase que resume el episodio de aquella noche.
Mi compañera descargando todo el peso que la agobia y yo pensando en un pana que no puede gritar lo que vive. En mi casa "cargando a cuestas la cruz que otros deben llevar" y yo pensando en la incapacidad de ayudarlos.
Comparto con aquellos que siguen esta bitácora la pieza de Luis Enrique, una invitación a vivir en medio de las luces y sombras.
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