¿Cuántas oportunidades ofrece la vida para redimirse? Para algunos nunca llega. Para otros, el destino le ofrece otras oportunidades. Muchas o pocas, pero ocurren. Dentro de ese grupo de privilegiados, o condenados, según se mire, están aquellos, que teniendo otra oportunidad, y por distintas razones, no logran coronar esa segunda oportunidad.
Un fallo propio o ajeno, la grandeza del adversario o simplemente la suerte determinan que otra vez la gloria sea esquiva, distante, de otro.
Una fuente infinita de ejemplos de esta situación se encuentra en la esfera deportiva, y con mayor dramatismo dentro del contexto de un mundial de fútbol. Cada cuatro años, lo mejor de balompié internacional, se da cita para dirimir quién es el mejor.
Franz Beckenbauer -tanto jugador, como técnico- sufrió la derrota en una final. Sin embargo, la ruleta futbolística le dio la oportunidad de la revancha y obtuvo la redención.
Como jugador debutó en la Inglaterra 66 y llegó a la final, contra el anfitrión. En ese partido el triunfo fue para el lado inglés. Beckenbauer vio la Jules Rimet irse de sus manos. En el mundial siguiente, celebrado en México, el capitán de la selección alemana no logró conducir a su equipo al último juego, se conformó con el tercer lugar.
En el 74, la sede le correspondió a su país natal y El Káiser tuvo la oportunidad de sentir lo que era ganar y ser campeón del mundo. La espera terminó después de 12 años de aquella final en Wembley Beckenbauer levantó la copa.
Ya como entrenador en México 86 El Káiser vivió otra final y su adversario era la Argentina de Maradona. La derrota acompañó a la Mannschaft y otra vez Beckenbauer fue testigo de la gloria de otro.
Cuatro años después, en Italia y contra el mismo rival, la historia tuvo un final distinto. La gloria bañaba, por segunda vez, al alemán y como técnico en esta oportunidad.
El otro lado de la moneda
Un compatriota de El Káiser no tendrá la oportunidad de encontrar, o buscar, la redención. Michael Ballack, con unas grandes derrotas en la espalda, se perderá por lesión el mundial 2010.
En Corea-Japón 2002 no pudo contra Ronaldo y Rivaldo, peor aún, vio el juego desde las gradas por pagar una suspensión por acumulación de tarjetas. Fue segundo de la verdeamarela.
La siguiente oportunidad la disputó en su patio, frente a los suyos. Pero en menos de 15 minutos con un soberbio juego ofensivo por parte de Italia quedó relegado al tercer lugar, esta vez llegó por detrás de los campeones azurrí y Francia.
Sudáfrica 2010, su tercera y última oportunidad, una lesión lo sacó de participar. El jugador de El Chelsea no podrá guiar a la selección germana en otro intento de obtener la gloria, una situación que lleva 20 años sin ocurrir.
El número 13 de la Mannschaft verá a los suyos luchar desde afuera, será un espectador de la marcha germana. La selección no contará con su insignia, ni con la inspiración de alguien que sabía que este era el último tren a la gloria.
La derrota la sentirá como suya, pero la victoria , eso no se sabe. Lo que queda claro es que no hubo redención.
Nota del Editor:
Con este post inicio una serie sobre el mundial, entiendo que algunas no les guste la decisión, pero, es parte de la fiebre.
Por otra parte, otro ejemplo pudo haber sido Diego Armando Maradona, aunque en un sentido no lineal: derrota, victoria, derrota y fracaso, sin embargo, preferí la de Ballack
Sin título
jueves, 27 de mayo de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
"Creo que esta noche Dios se ha disfrazado de Michael Jordan"
Con esas palabras se refirió Larry Bird a la actuación épica que regaló MJ a los aficiondos del baloncesto el 20.04.86 en el mítico Boston Garden. Esa noche Jordan anotó 63 puntos, sin embargo, el equipo verde venció a los Toros de Chicago 135 a 131 en doble tiempo extra y posteriormente se llevó la serie.
Pero ese día nació una leyenda. La palabra clave de esa jornada, desde mi óptica, es: épica. Una actuación que marcó la carrera del jugador de segundo año y daría al mundo una referencia de lo que vendría. Eso no lo hizo LeBron James en el sexto juego de la semifinal de conferencia frente a Boston. Después de esa introducción breve, remito mi pensamiento —mejor dicho deseo— para el partido de la serie que favorecía a Boston, 3 a 2.
La experiencia de los Celtas contra el hambre de gloria de la Caballeros ¿quién ganará? ¿Podrá LeBron vestirse de héroe y conducir a Cleveland a la siguiente instancia? ¿O Boston se dará el gusto de callar a sus detractores? Espero que el 23 de los Caballeros regale un épico sexto juego y estire la serie al juego definitivo.
Sin embargo esa actuación épica, como la de Jordan hace 20 años, no se dio. LeBron James regaló un buen juego, logró 27 PTS/19 Reb/10 AST y agregó nueve pérdidas de balón, pero, como apuntó Carlos Morales, comentarista de Espn para América Latina, la derrota de los Cavs era algo que se podía esperar —palabras más, palabras menos—. Era cierta, esa observación. Nunca se vio a LeBron y compañía con la capacidad de ganar el sexto juego.
En los momentos previos al juego, esperaba una actuación demoledora, como la del MJ o durante el transcurso del juego, algo parecido al milagro de Reggie Miller frente a los Knicks (posible destino del LeBron). Sin embargo, no hubo algo parecido a tal cosa, el excelente jugador de Cleveland parecía estar en otro lado, pensando en otra cosa. Era alguien distinto, un fantasma sin chispa, sin ganas.
Lo peor ocurrió en ese último minuto. El DT de los Caballeros pidiendo marcación a presión y sus jugadores parados, tal vez, a la espera del sonido de la chicharra para abandonar la duela y dar por terminada la temporada.
LeBron perdió la sonrisa, la confianza, su andar era distinto al que nos tiene acostumbrado. Era un tipo distinto, como si supiera algo que el resto del mundo no supiera y que lo sacó de concentración.
Será, otra vez, la espera de la siguiente oportunidad, la próxima temporada. Ahora las preguntas son muchas y solo el tiempo dará la respuesta. Lo ocurrido en la serie entre Boston y Cleveland, no le quitará el brillo a lo logrado por James hasta ahora, pero seguirá siendo un rey sin corona.
Pero ese día nació una leyenda. La palabra clave de esa jornada, desde mi óptica, es: épica. Una actuación que marcó la carrera del jugador de segundo año y daría al mundo una referencia de lo que vendría. Eso no lo hizo LeBron James en el sexto juego de la semifinal de conferencia frente a Boston. Después de esa introducción breve, remito mi pensamiento —mejor dicho deseo— para el partido de la serie que favorecía a Boston, 3 a 2.
La experiencia de los Celtas contra el hambre de gloria de la Caballeros ¿quién ganará? ¿Podrá LeBron vestirse de héroe y conducir a Cleveland a la siguiente instancia? ¿O Boston se dará el gusto de callar a sus detractores? Espero que el 23 de los Caballeros regale un épico sexto juego y estire la serie al juego definitivo.
Sin embargo esa actuación épica, como la de Jordan hace 20 años, no se dio. LeBron James regaló un buen juego, logró 27 PTS/19 Reb/10 AST y agregó nueve pérdidas de balón, pero, como apuntó Carlos Morales, comentarista de Espn para América Latina, la derrota de los Cavs era algo que se podía esperar —palabras más, palabras menos—. Era cierta, esa observación. Nunca se vio a LeBron y compañía con la capacidad de ganar el sexto juego.
En los momentos previos al juego, esperaba una actuación demoledora, como la del MJ o durante el transcurso del juego, algo parecido al milagro de Reggie Miller frente a los Knicks (posible destino del LeBron). Sin embargo, no hubo algo parecido a tal cosa, el excelente jugador de Cleveland parecía estar en otro lado, pensando en otra cosa. Era alguien distinto, un fantasma sin chispa, sin ganas.
Lo peor ocurrió en ese último minuto. El DT de los Caballeros pidiendo marcación a presión y sus jugadores parados, tal vez, a la espera del sonido de la chicharra para abandonar la duela y dar por terminada la temporada.
LeBron perdió la sonrisa, la confianza, su andar era distinto al que nos tiene acostumbrado. Era un tipo distinto, como si supiera algo que el resto del mundo no supiera y que lo sacó de concentración.
Será, otra vez, la espera de la siguiente oportunidad, la próxima temporada. Ahora las preguntas son muchas y solo el tiempo dará la respuesta. Lo ocurrido en la serie entre Boston y Cleveland, no le quitará el brillo a lo logrado por James hasta ahora, pero seguirá siendo un rey sin corona.
martes, 11 de mayo de 2010
Videoclip - Así es la vida
La vetusta canción, pero igual de actual, de Luis Enrique me llegó a la mente el domingo en la noche. En medio de pensamientos difusos, encontrados y contradictorios algunas estrofas de la composición del salsero borinquén se reproducían en mi cabeza.
El ejercicio fue de gran dificultad, tenía mucho tiempo sin escucharla, sin embargo, más allá de haber reprobado el parcial de memoria —una vez más— las notas y letras de Así es la vida gravitaron durante esa fresca noche en mi mente.
El martes, después de un día casi nulo, al final de la jornada busqué la canción y la frase que me quedó fue "Cada quien tiene una historia que hablar o callar" esa es la frase que resume el episodio de aquella noche.
Mi compañera descargando todo el peso que la agobia y yo pensando en un pana que no puede gritar lo que vive. En mi casa "cargando a cuestas la cruz que otros deben llevar" y yo pensando en la incapacidad de ayudarlos.
Comparto con aquellos que siguen esta bitácora la pieza de Luis Enrique, una invitación a vivir en medio de las luces y sombras.
El ejercicio fue de gran dificultad, tenía mucho tiempo sin escucharla, sin embargo, más allá de haber reprobado el parcial de memoria —una vez más— las notas y letras de Así es la vida gravitaron durante esa fresca noche en mi mente.
El martes, después de un día casi nulo, al final de la jornada busqué la canción y la frase que me quedó fue "Cada quien tiene una historia que hablar o callar" esa es la frase que resume el episodio de aquella noche.
Mi compañera descargando todo el peso que la agobia y yo pensando en un pana que no puede gritar lo que vive. En mi casa "cargando a cuestas la cruz que otros deben llevar" y yo pensando en la incapacidad de ayudarlos.
Comparto con aquellos que siguen esta bitácora la pieza de Luis Enrique, una invitación a vivir en medio de las luces y sombras.
martes, 4 de mayo de 2010
La reina del You Tube
La celebérrima Tigresa del Oriente ofrece los detalles del más reciente hit de You Tube, En tus tierra bailaré, producción conjunta con Wendy Sulca y Delfín hasta el fin. Con un mensaje de paz, los tres músicos, abogan por un nuevo amanecer en el medio oriente.
La artista peruana asegura ser "la reina del You Tube" y el millón 200 de visitas respaldan sus afirmaciones, aunque, según las cifras divulgadas en el video, la peruana se encuentra 200 visitas por debajo de su compatriota Wendy Sulca, la denominada "niña de oro".
El boom peruano afirmó sobre la intención del video "llevar un mensaje, a todo el mundo, para que haya unión entre todos los países del mundo y no haiga discriminación". Destacó que ha recibido felicitaciones de otros reconocidos artistas y resaltó a Calle 13.
A continuación la entrevista completa, busquen su pasa palos y bebidas. Esto no tiene pérdida.
La artista peruana asegura ser "la reina del You Tube" y el millón 200 de visitas respaldan sus afirmaciones, aunque, según las cifras divulgadas en el video, la peruana se encuentra 200 visitas por debajo de su compatriota Wendy Sulca, la denominada "niña de oro".
El boom peruano afirmó sobre la intención del video "llevar un mensaje, a todo el mundo, para que haya unión entre todos los países del mundo y no haiga discriminación". Destacó que ha recibido felicitaciones de otros reconocidos artistas y resaltó a Calle 13.
A continuación la entrevista completa, busquen su pasa palos y bebidas. Esto no tiene pérdida.
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