Durante el mes de febrero, todos y cada uno de los días, entre las 8:00 pm y las 12:00 pm del día siguiente, la gente de Roberto Mata Taller de Fotografía dejaba en su cuenta de Twitter una asignación para realizarla. Todos y cada uno de los días, durante 28 días. Fue una prueba extenuante y llena de retos.
Me hubiese gustado hablar sobre cómo logré cada una de las 28 asignaciones o la manera en que resolví cada reto, pero eso queda en un segundo plano. ¿Por qué? Sencillamente por haber logrado culminar, junto a otras 529 personas, la exigente misión. Razón tenían los organizadores, más allá del resultado, el mayor premio era lograr las 28 fotos.
Tengo que confesar que este trimestre del 2013 ha sido complicado y lleno de cambios. Después de vivir 10 años en Caracas, me mudé a La Victoria. Después de 31 años de soltería, empecé una nueva etapa con mi compañera de los últimos cuatro años. Después de haber trabajado corrido durante seis años, me encuentro desempleado. Todo eso sumado a los cambios políticos que experimenta este rincón del mundo. Ha sido un comienzo de año realmente complicado.
Y ese día, wowww colgaron en www.robertomata.net los nombres de los tercos fotógrafos que lograron culminar el maratón. Y, ahí, aparecía mi nombre, fue un baño de bálsamo corroborar que el esfuerzo había valido la pena, fueron muchas emociones juntas y una prueba que si se quiere, se puede (entiendo es un puto cliché, pero estoy burda de feliz).
Ya vendrá el momento de analizar el resultado de la competencia, observar los aciertos y los aspectos a mejorar, pero por los momentos es tiempo de disfrutar y esperar la pachanga para conocer al resto de tercos fotógrafos.
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