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autor James_Neo

martes, 13 de julio de 2010

Ese beso...


El mundial Sudáfrica 2010 terminó y España se declaró, en el campo, la mejor selección del mundo. Un gol de Iniesta al minuto 116 fue suficiente para dejar tendido en el terreno a Holanda.

Quedó atrás la decepción de las selecciones del continente anfitrión, al igual que los fracasos colectivos de Francia e Italia, como también las bajas actuaciones de CR7, Rooney y Messi.

La recién concluida cita mundialista dejó muchas imágenes para el recuerdo: goles espectaculares, arbitrajes polémicos, las vuvuzelas, pulpos adivinos y un beso. Si un beso.



Cualquier ser humano, amante o no del fútbol, sabe que Iker Casillas, portero y capitán español, besó a Sara Carbonero, periodista del país ibérico, durante la entrevista que le realizó después de haber ganado el trofeo más hermoso del mundo.

Ante la mirada de miles de personas el jugador de fútbol rubricó esa acción que nadie se la esperaba. La hermosa periodista, al igual que miles de mujeres que vieron la acción, quedó sin palabras. Quedó atónita, impresionada, en éxtasis e infinidad de adjetivos más.

Fue el lado romántico del juego, pero más allá del rectángulo. Más allá de la grama y las reglas del deporte rey.

Millones de mujeres suspiraron por lo observado, y suspiran con algo parecido. El galán y flamante ganador que no tiene manera de expresar lo que lleva por dentro se encuentra con la doncella y con un beso resume todo.

En los noventa toda mujer quiso recrear un episodio como el de Titanic —cuando la protagonista con la mano, limpia el vidrio en el momento de mayor clímax. Para los próximos años este momento extra futbolístico será el sueño, oculto o no, de miles de féminas en el mundo. Además, tiene el agregado que fue real y no ficción.

Esa muestra de amor de Casillas a Carbonero quedará como la demostración máxima de amor, de entrega por una relación. Pobre de los simples mortales, y en este paquete entran hombre y mujeres por igual, que no pueden acceder a momentos sublimes como el protagonizado por la pareja española.

En el caso específico de los hombres entregar una flor será poca cosa o una cena íntima será nada, imagino miles de mujeres solicitando un beso apasionado delante de cámaras ajenas para ver reproducido, y en algunos casos confirmado, el amor del otro. Y, tiene que ser en un momento único e irrepetible

Así me parece, Casillas, la versión moderna del ideal cabelleresco, nos jodió la vida a muchos mortales, que desde nuestra silla o cama queríamos saber quién sería el nuevo campeón del mundo. Nada más.

Gracias Casillas, gracias a ti la vida se nos complicó un poco más... Coñ..... e tu madre....

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