LO BUENO
Desde febrero de 2015 me enfrento a diario al aprendizaje de una nueva lengua y, cada vez más, la conozco mejor. El silencio impuesto por la ignorancia cede espacio e importancia a la compresión y el entendimiento. Comienzo a escribir, entiendo más y mejor.
Por tres meses me desempeñé como "chargé de communication" una 1ra experiencia laboral en mi área y estuvo genial. Debo mejorar mucho, pero la puerta se abrió.
En noviembre inicié un viaje interno para saber ¿quién soy? y he empezado a ver el cuadro de mi vida no solo enfocado un aspecto, he comenzado a ver la totalidad de la pintura y las conexiones entre hechos que antes pensaba que eran aislados. Esto solo comienza. Por otra parte, les invito a ver este video de Odin Dupeyron (clic aquí). Es genial.
En 2015 escribí biografía musical de una relación con una mención especial a la canción de Calle 13 El aguante, sin saber que el 2016 fue el año para la canción. Hubo crisis, momentos realmente duros y ganas de decir basta. Sin embargo, gracias al apoyo de mi compañera (mención especial a su madurez y su ganas de salvarnos) pude superar, pudimos superar los tiempos difíciles.
En diciembre, por primera vez, compartí con mi familia paterna y fue genial. Verdaderamente me sentí como uno más del grupo.
El último punto de esta parte, fue el reencuentro con Dios, después de un largo recorrido por el desierto, empecé a ver como su acción hacía la diferencia y en su compañía siempre habría una esperanza.
LO MALO
En lo personal me faltó ser osado para lograr mejorar con el idioma y poder tomar decisiones laborales menos convencionales. Eso es un punto a mejorar.
He sido negligente con algunos trámites legales tanto en Venezuela, cómo acá. Espero que la factura no sea un precio alto a pagar.
Mi inestabilidad laboral que no ha permitido una ayuda constante a mi familia.
El 2016 me dejó un dolor en la espalda, deberé prestar atención a eso.
LO FEO
La muerte de un pedacito de mis recuerdos e historia en la ciudad crepuscular. Oscar García, nunca más esa esquina será igual, y el cielo ganó una alegría infinita.
La situación en Venezuela que se deteriora cada vez más y la incertidumbre crece con respecto al futuro.
Ganó Trump y todo lo que eso representa.
La familia paterna sigue perdiendo integrantes, ya son cuatro en tres años. Sobre la muerte del último integrante, mi padre, escribiré pronto.
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