Fueron 15 min de tensión y a la expectativa de resultar muerto... Siento una profunda arrechera y odio hacia ese éjercito de miserables ladrones que nos obligan a vivir en un profundo miedo al otro.
Un robo que va más allá de lo robado, es la sensación de estar viviendo en una infernal ruleta rusa de la cual nunca sabes cuanto te tocará...
El implacable dedo del hampa que te apunta y te humilla, sin poder recurrir a nada... Bueno, cuando no se convierte en verdugo y se lleva una vida por el precio de un ¿celular? ¿zapatos? ¿cámara?
Salir de las paredes de tu casa u oficina se ha convertido en un deporte de riesgo... En este link podrán encontrar algo al respecto http://www.chacao.gov.ve/violencia.asp
Somos unos sobrevivientes dentro de un conflicto que no tiene bandos definidos, o a lo mejor sí los tiene, entre los que tienen -algo o mucho- y los que no tienen... o mejor entre malditos y santos o mejor entre esperanzados y desesperanzados... NO SÉ.... pero me siento en sus manos...
En la calle caminas y volteas para ver si te siguen, evitas andar saludando gente y tratas de no hablar mucho, procuaras no salir muy tarde del trabajo, andas con los vidrios arriba en el carro...
Pero esos malditos siguen ahí... como una sombra... a la espera... de tomar aquello que no es suyo, robando no sólo un bien material... robando la seguridad de poder andar por ahí, robando el derecho a disfrutar, robando la posibilidad de soñar...
En esos 15 min de tensión... perdí más que una serie de objetos... me robaron un sueño...
Agradezco a ¿Dios? o al grupo de hijos de puta que no se llevaron la posibilidad de sonar...
Algunas veces odio este pedazo de tierra....
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